Elaboración casera de composta
La composta es un abono natural que mejora el suelo y las plantas en éste debido al almacenaje de nutrientes producidos por la descomposición de material orgánico, esta descomposición es un proceso que ocurre en todos lados gracias a microorganismos y hongos.
Las plantas necesitan de varios nutrientes, estos son elementos o componentes químicos provenientes de fuentes minerales o la degradación de materiales orgánicos, son necesarios para la creación, crecimiento y fructificación de las plantas.
Dentro de los nutrientes los podemos separar en distintas categorías, los de mayor proporción (Macronutrientes) y de menor proporción en el suelo (Micronutrientes).
- Macronutrientes: N, P, Mg, K, Cs, S.
- Micronutrientes: Fe, Cl, Mn, Zn, B, Mo.
Sin embargo, hay factores que afectan la disposición natural de nutrientes en el suelo, siendo éstas: Calidad del sustrato, calidad del agua y la especie vegetal. Son por estos factores que generalmente es necesario abonar el suelo para suplir de nutrientes a las plantas y el suelo, disminuyendo así la erosión y contaminación.
Hay dos tipos de abonos naturales: Sólidos y Líquidos. Uno de los más usados alrededor del mundo es la composta, formada – como se explicó anteriormente – por la degradación de materiales orgánicos.
Para crear composta es necesario un lugar en donde elaborarla:
- El mismo suelo
- Cajones de madera
- Cualquier contenedor con acceso al aire
También es necesario para su elaboración el uso de las siguientes herramientas:
- Pala
- Tijeras de poda
El compost se elabora en “Capas”, dentro de nuestro contenedor colocamos en el mismo orden de abajo hasta arriba: 30 cm de ramas gruesas (Permiten el flujo del aire), 20-25 cm de cáscaras de frutas, corteza, papel, poda y césped, 8-10 cm de estiércol animal, cáscaras de huevo (Ca) y ceniza, por último colocamos una capa de 2-8 cm de tierra negra o composta ya hecha. Por cada 100 kg de material orgánico obtendremos 30 kg de composta.
Es necesario recordar que no se deben usar: Malezas, semillas, frutos enfermos o podridos, carne, pescado, huesos, ceniza de madera tratada o aglomerada, pegamento o barniz, materiales no biodegradables ni excremento humano o de animales domésticos.
Su cuidado es simple. Hay que mantener una temperatura interior de 40°C a 60°C y evitar que se pudra removiendo con la pala una vez al mes y añadiendo material seco (Removido con una pala) si está muy húmedo.
Sabremos que nuestra composta estará lista cuando tenga un color marrón o negruzco, tenga olor a bosque, esté frío, tenga un pH lo más neutral posible y no tenga restos de materiales usados (Exceptuando las ramas y piñas). Siguiendo estos pasos en unos meses obtendremos mucho compost para abonar nuestros jardines y plantas. La podemos aplicar a nuestras plantas 1 vez al año (ya sea en invierno u otoño).
Para aplicarla deberemos colocar en un agujero donde vayamos a plantar algo un poco de nuestra composta, un pequeño parche de tierra entre el abono y las raíces y después la plántula, cubriendo entonces todo el agujero con tierra, luego colocamos un colchón de abono (5 cm) y otro de tierra por arriba cuando la planta ya haya germinado.