Emperadores romanos y el ocaso de la Res Publica: Crítica al cesarismo y al Imperio en Roma
Recientemente en el Reino de Tarevia se hizo una emisión filatélica en homenaje al emperador Septimio Severo, acompañada de un artículo en El Sol de Tarevia que presenta una visión relativamente positiva de la vida y obra del emperador.
Aunque la narrativa histórica es en gran parte correcta, este artículo tiene como objetivo examinar de manera crítica el legado de Severo desde una perspectiva defensora de los valores y las virtudes de la Res Publica romana, argumentando que el modelo imperial y las luchas de poder de las oligarquías llevaron al colapso de la civilización romana.
El ascenso de Septimio Severo al poder se produce en un contexto de caos y luchas por el trono. No obstante, es importante recordar que dichas luchas fueron el resultado de un sistema político cada vez más dominado por el cesarismo, en el que un solo líder asumía el poder absoluto y relegaba a la Res Publica a un papel secundario. Este proceso de concentración del poder fue corrosivo para las instituciones romanas y socavó los valores de la República, como la participación ciudadana, la justicia y el compromiso cívico, y es precisamente ahí donde debemos situar el contexto de las reformas para fortalecer el ejército y asegurar las fronteras, aparentemente beneficiosas para Roma, pero decisivas para contribuir en la erosión de los valores republicanos. Al aumentar el tamaño del ejército y su lealtad personal, Severo sentó las bases para que los militares se convirtieran en una fuerza política cada vez más influyente y corrupta. Este desarrollo, a su vez, llevó a un ciclo de violencia y luchas internas que debilitaron aún más el imperio.
Este tipo de políticas orientalistas en la administración y el gobierno llevó a una creciente corrpución y a la adopción de cada vez más prácticas despóticas. Al centralizar el poder en manos de su familia y de él mismo, Severo debilitó las instituciones republicanas y creó un ambiente propicio para la corrupción y el nepotismo.
Por si esto fuera poco, hay que tomar en consideración que las reformas de Severo desembocaron en un impacto negativo por la devaluación de la moneda y el aumento de impuestos para financiar campañas militares y proyectos de construcción que, la mayoría de veces, eran un ensalzamiento de él mismo, como el famoso arco en su ciudad natal.
No podemos ensalzar a una figura como Septimio Severo, que no debería representar los valores tarevianos bajo ninguna circunstancia, sino precisamente aquello que Tarevia desea no volver a repetir, siendo su modelo el de la Res Publica romana.