El conflicto político en Espíritu Santo alcanzó un punto álgido tras la incapacidad del partido AΩ para formar gobierno, al no haber ninguna otra fuerza interesada en respaldarlos.
Se ha desencadenado una crisis sin precedentes desde el verano de 2023, sumiendo a la micronación en un limbo del que no se sabe cómo saldrá o si incluso culminará con su disolución.
De un lado, el líder del Partido Comunista ha exigido una reunión para evitar que el partido AΩ, con corrientes católicas ultraconservadoras, logre formar gobierno. Los comunistas temen que una mayoría ultraconservadora y católica ponga en peligro el sistema laico nacional.
Por otro lado, el partido Kuomintang pasa página de las elecciones y exige acelerar el proceso de redacción de una ley cultural que respete a las minorías.
En la mañana del 15 de diciembre, las autoridades de Espíritu Santo lanzaron un llamamiento desesperado a través de su cuenta en la aplicación X, solicitando ayuda «para contener las protestas por la crisis que sacude al país».
