Intervención de China en África
La Fundación para el Desarrollo China-África se creó en 2006, una de las ocho medidas políticas propuestas por el Gobierno chino en la cumbre del Foro de Cooperación China-África celebrada en Pekín. Otra de las herramientas usadas es el Fondo de Desarrollo China-África ha sido eficaz para estimular las inversiones chinas en África, ha contribuido significativamente al desarrollo de infraestructuras, al desarrollo tecnológico, a las exportaciones y al crecimiento del empleo en de los países de destino, desempeñando un papel activo en la integración de las industrias y las capacidades de fabricación del gobierno chino con las de África. Desde su creación, el Fondo de Desarrollo China-África ha prestado un fuerte apoyo a la cooperación económica y cooperación económica y comercial entre China y los países africanos, con especial énfasis en una serie de sectores como la agricultura, las infraestructuras, fabricación, parques industriales y proyectos de desarrollo de recursos. China y los países africanos han trabajado juntos para establecer zonas de cooperación económica y comercial, zonas económicas especiales, parques industriales y parques científicos, que atrajeron a empresas chinas y extranjeras a invertir en África.
Los gobiernos africanos han buscado en China el reconocimiento político y la legitimidad, así como la contribución a su desarrollo económico a través de la asistencia, las inversiones, el desarrollo de infraestructuras y el comercio. China ha ampliado sus inversiones en países africanos para apoyar su crecimiento económico y su desarrollo, y se ha convertido en su principal socio de asociación para el comercio, la inversión, el desarrollo de infraestructuras y la cooperación económica. La mayoría de los gobiernos africanos expresan su apoyo a la política de «una sola China», que es la condición previa para la ayuda y las inversiones chinas. Los líderes africanos han acogido con satisfacción la renovada participación china, elogiando el trato de China a los africanos como iguales, y acogiendo con satisfacción su compromiso con de desarrollar infraestructuras, como ferrocarriles, centrales eléctricas, puertos y presas.
China se siente atraída por África por sus recursos naturales y sus mercados de exportación, y los líderes africanos quieren que la participación china se traduzca en desarrollo económico.
China está apoyando proyectos de infraestructuras como motor clave para revitalizar la economía africana.
En resumen, a lo largo de las dos últimas décadas, China ha contribuido a resolver los cuellos de botella africanos en materia de infraestructuras duras y blandas.
Asimismo, China se ha convertido en el actor central del impulso africano a la urbanización, y una proporción abrumadora de las iniciativas africanas de infraestructuras dirigidas por empresas chinas y/o apoyadas por financiación china.
Para hacer frente a esos retos, China lanzó la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China es una importante fuente de inversión extranjera directa en África; ofrece préstamos para el desarrollo a países ricos en recursos como Angola; invierte en agricultura; y ha desarrollado zonas económicas especiales para el comercio y la cooperación en varios Estados, como Etiopía, Nigeria y Zambia.
A través de importantes inversiones en África, China ha promovido los sectores petrolero y minero africanos a cambio de acuerdos comerciales favorables. Además ha incrementado las importaciones de productos no relacionados con los recursos naturales procedentes de África, y ha ofrecido un tratamiento de arancel cero para el 97% de las exportaciones a África.
El Partido Comunista Chino parece tener claro su deseo de influir en los líderes políticos del continente africano y en otros países en vías de desarrollo, independientemente de que esto implique replicar su propio modelo de desarrollo. Se ha planteado la cuestión de si el Partido Comunista Chino, en parte en la búsqueda de estos objetivos formales e informales, quiere o no exportar el particular modelo de desarrollo chino que podría ser copiado por otros países, en este caso, en África.
China siempre ha estado dispuesta a compartir su experiencia y sus tecnologías de desarrollo agrícola con África, y a ayudar a los países africanos a mejorar su producción y procesamiento agrícola.
La cooperación en materia de inversiones y finanzas ha sido uno de los éxitos de la asociación China-África en los últimos años, inyectando una nueva energía en el desarrollo económico y social de África. Los beneficios de las inversiones chinas en el desarrollo africano van mucho más allá de las relaciones comerciales, que se basan en la extracción y exportación de productos básicos.
De manera crucial, las inversiones chinas en África han conseguido que sus socios sean más dependientes del compromiso económico, su disposición a someterse a
a los deseos chinos, especialmente en lo que respecta a las cuestiones internacionales, debido a su incapacidad para existir sin la participación económica externa. China cree que el fortalecimiento de las relaciones sino-africanas ayuda a impulsar su propia influencia internacional.