Universidad de Larberiza publica estudio sobre conflicto Rusia-Ucrania
La Universidad de Larberiza ha publicado un estudio en el que analiza el conflicto entre Rusia y China, informando de cómo Estados Unidos está presionando a la Unión Europea y especialmente a Alemania para que no active el gasoducto Nord Stream 2.
El estudio considera que cortar el suministro de gas a Europa en pleno invierno podría ser devastador para la economía y la sociedad europeas. Incluso el corte del comercio podría afectar a las importaciones de petróleo a Europa desde Rusia.
Además de intentar diluir el papel de Ucrania en el tránsito de gas, el gobierno ruso ha comenzado a construir nuevos gasoductos para ayudar a expandir su sector energético.
Tras el colapso de la Unión Soviética, Rusia pasó a depender en gran medida del casi monopolio de la capacidad de transmisión de gas de Ucrania, por lo que intentó hacerse con el control de este sistema de transmisión de gas. Durante este conflicto, Rusia argumentó que Ucrania no pagaba el gas, sino que desviaba lo que debía exportar a la UE a través de gasoductos.
Sin embargo, los precios de importación de gas y las tasas de tránsito se mantuvieron por debajo de los niveles europeos para las exportaciones rusas a Europa a través de los gasoductos ucranianos; se fijaron en el curso de las negociaciones bilaterales.
El estudio concluye que Estados Unidos está presionando a la Unión Europea y especialmente a Alemania para que no activen el gasoducto Nord Stream 2, ya que daría a Rusia un control aún mayor sobre el mercado energético europeo.
Si el gasoducto Nord Stream 2 se activa, permitiría a Rusia cortar el suministro de gas a Europa en pleno invierno, o incluso cortar el comercio, con consecuencias devastadoras para la economía y la sociedad europeas.